|
||||||
|
Paco Plaza, otrora abezado y premiado cortometrajista, debutó como director de largometrajes en 2002, co-escribiendo junto a Fernando Marías la adaptación cinematográfica de la novela “Pact of the fathers” del escritor británico especializado en literatura de terror John Ramsey Campbell, quien dos años antes había prestado otra de sus novelas para el afortunado debut de Jaume Balagueró en Los sin nombre, otro colega de la factoría fantástica del productor Julio Fernández. Un servidor debe confesar que después de contemplar el segundo trabajo de Plaza, ese vacío aunque bien resuelto blockbuster del fantaterror hispano del nuevo siglo que es Romasanta (2004), si bien trabajo de encargo o de rebote para este director valenciano, el que esto escribe, con el hacha de dos hojas bien afiladas, se disponía a ensañarse con la opera prima de este niño mimado de la Filmax, un film que el ruido de campanas calificaba como una suerte de secuela de La semilla del diablo (Rosemary’s baby , 1968) del gran Roman Polanski y cosas así. Algo de cine de sectas hay y la verdad es que Second name es un digno e interesante film, bien vertebrado desde su inicio, no uno de terror puro y sí un buen psicothriller con ingredientes policiacos, acerca del progresivo descubrimiento de un siniestro pasado y la consiguiente soledad del personaje principal, Daniella Logan, que interpreta la actriz anglo-americana debutante Erica Prior, motivado por el misterioso suicidio de su padre y el progresivo horror en que se debate. Un miedo cercano y familiar, y por ello doblemente espeluznante en su concepción hitchconiana, que sin prisa pero sin pausa, en una atmósfera cuasi-gótica y una puesta en escena propia de una tv-movie de calidad, fría, recatada, anglosajona, pese a que el film se rodó entre Girona y Barcelona, que un elenco de actores, extranjeros al 99%, ayuda a plantear.
La trama, siguiendo este planteamiento de thriller familiar,
transcurre, durante la primera media hora, comedido, a ratos cansino, sin
histrionismos ni sobresaltos, pero bien trenzado. Incluso con algunos
tópicos como la aparición del cura revelador, las sesiones de investigación
bibliotecaria, la madre –que interpreta una crepuscular Teresa Gimpera-
internada en un psiquiátrico y la atmósfera malsana del mismo, el forense
graciosillo de la morgue; tan solo un vulgar detective con aires de
Colombo, es la excepción que confirma el clásico escenario. El cuadro de
actores, secundarios extranjeros con mucha experiencia, aporta ese tono
sólido y distante de los seriales de misterio.
Second Name/El segundo nombre es una buena aportación al subgénero de sectas o psicothrillers religiosos, de efectiva progresión y puesta en escena, al que se puede achacar su excesivo encorsetamiento a diferentes niveles y que augura una ilusionante carrera de su director y guionista Paco Plaza. Ha sido la producción inaugural del subsello de la Filmax/Fantastic Factory especializado en operas prima y obtuvo el Melies a la mejor película fantástica europea en el Festival de Sitges.
Calificación: 6 (sobre 10). Batís Caffó, marzo de 2005.
|
|||||
|